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 La Saga De Los Atridas

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Muerte
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MensajeTema: La Saga De Los Atridas   La Saga De Los Atridas Icon_minitimeMiér Sep 09, 2009 3:45 pm

La saga de los Atridas


Comenzaremos este viaje sin fin por el universo de los mitos con Tántalo. Tántalo era un hijo bienamado de Zeus, frecuentemente los dioses lo invitaban a sus fiestas y banquetes. Reinaba en el monte Sípilo y se ha hecho famoso sobre todo por el castigo que le impusieron en el Tártaro.

Sus pecados contra los dioses fueron muchos. Empezó por traicionar la confianza de los dioses olímpicos robando el néctar y la ambrosía para dárselos a sus amigos; divulgó secretos que los dioses habían comentado en su presencia; cometió perjurio al negar haber recibido un perro de oro, que Zeus tenía desde su niñez y que había sido robado por Pandáreo; y por ultimo, para comprobar la omnisciencia de los dioses, sacrificó a su propio hijo Pélope y se lo ofreció en un banquete como plato fuerte a los dioses. La única que probó el plato fue Deméter, que agobiada por la perdida de su hija Perséfone, se comió un hombro del muchacho sin darse cuenta. Horrorizados los dioses por el crimen, resucitaron a Pélope y sustituyeron el hombro desaparecido por uno de marfil, que tenia poderes curativos para quien lo tocase. Tántalo fue condenado a padecer hambre y sed eternamente. Lo enviaron al Tártaro, donde estaba sumergido en un lago, cerca de un árbol con deliciosos frutos, cuando intentaba beber, el agua se retiraba y cuando intentaba comer, se apartaban los frutos. Según otra versión, una enorme piedra pendía constantemente sobre su cabeza amenazando con caer.



Pélope después de ser reconstruido fue llevado al Olimpo, donde hizo las funciones de copero. Mas tarde sin embargo fue despedido por robar el néctar y la ambrosía a los dioses. Aún así, como recuerdo de esta etapa se llevó del Olimpo unos magníficos caballos, regalo de Poseidón que estaba enamorado del muchacho. Con estos caballos compitió con el rey Enómao por la mano de su hija Hipodamía. Con ayuda de Mírtilo, auriga de Enómao, Pélope ganó la carrera y Enómao murió en la competición. Pélope e Hipodamía se casaron y reinaron juntos en Pisa. Sus hijos más famosos fueron Atreo, Tiestes y Crisipo.



Atreo da nombre una de las sagas más famosas de la mitología griega, la de los Atridas.

Una de las versiones de la leyenda cuenta como Atreo y Tiestes, instigados por Hipodamía, mataron a su hermano Crisipo. Al enterarse Pélope los desterró. Los dos hermanos gemelos huyeron a Micenas donde fueron acogidos por el rey Estémelo. A la muerte de Estémelo, el oráculo hizo saber que el heredero de Micenas debía ser un hijo de Pélope. Se iba a coronar a aquel de los dos que poseyese un vellocino de oro, considerado un emblema monárquico. Atreo poseía el vellón, pero su esposa Aérope lo robó para entregárselo a su amante Tiestes. Tiestes presentó el vellocino de oro y fue coronado rey de Micenas. Esa noche, Zeus envio a Atreo un mensaje a través de Hermes. En nombre de Zeus Atreo propuso una prueba, si al día siguiente se ponía el sol por el Este, Atreo seria el soberano, si se ponía por donde siempre, el soberano seria Tiestes, ese día el sol cambio su curso habitual. Quedando clara la preferencia de los dioses, Atreo fue coronado rey de Micenas.

Una vez coronado, Atreo expulsó a Tiestes y arrojó al mar a Aérope, con la que había tenido a Agamenón, a Menelao y a Anaxibia.

Tiempo más tarde fingiendo reconciliarse con Tiestes, lo mandó llamar y en su honor celebró un banquete en el que la comida eran los tres hijos de Tiestes: Áglao, Calileonte y Orcómeno. Tiestes no se dio cuenta de lo que comía hasta que finalizado el banquete, Atreo le mostró las cabezas de los niños.

Tiestes loco de rabia, solo pensaba en la venganza. Por medio del oráculo se enteró de que solo podría vengarse a través de un hijo concebido por él con su hija Pelopia. Así que protegido por la noche violó a Pelopia. Ésta durante la agresión consiguió arrebatar la espada a su violador. Más tarde Atreo se casó con su sobrina Pelopia y adoptó a Egisto, fruto de la violación de Pelopia. Egisto fue criado como un hijo más de Atreo, cuando se hizo mayor su madre le entregó la espada que le había hurtado a su violador. Mientras tanto Agamenón y Menelao trajeron a Micenas a su tío Tiestes, por encargo de Atreo. Tiestes fue juzgado y sentenciado a muerte. El verdugo designado para ejecutar la sentencia fue Egisto, pero en el momento de ejecutarla Tiestes reconoció su espada y le contó a Egisto la verdad. Egisto relató a su madre la historia que le había contado Tiestes y Pelopia horrorizada por el incesto, se suicidó. Egisto por su parte mató a Atreo y coronó en su lugar a Tiestes, su padre. Con Tiestes firmemente asentado en el trono de Micenas, Agamenón y Menelao se vieron obligados a huir dirigiendo sus pasos hacia Esparta, donde el rey Tindáreo los recibió cordialmente.


También Tindáreo había sido expulsado de su reino por su hermano Hipocoonte. Y en el exilio permaneció hasta que Heracles mató a Hipocoonte y restituyó el reino a Tindáreo. En su ausencia de Esparta Tindáreo fue acogido por Testio , rey de Calidón, allí se casó con Leda hija de Testio.

De Tindáreo y Leda nació una famosa progenie. Cuenta el mito que en una misma noche Leda se unió a su esposo Tindáreo y a Zeus, que la había poseído transformándose en cisne. De esta unión habrían nacido dos huevos, de uno salieron Pólux y Helena, hijos de Zeus y del otro Cástor y Clitemestra, hijos de Tindáreo. O según otra versión de un huevo habrían nacido Cástor y Pólux y del otro Helena y Clitemestra. Se contaba que el desmedido apetito sexual que posteriormente caracterizó a sus hijas, se debía a que había atraído la ira de Afrodita, por olvidarla Tindáreo en un sacrificio que hizo en honor a los dioses.



Castor y Pólux aparecen corriendo numerosas aventuras juntos siempre bajo el nombre de Dioscuros. Eran jóvenes de gran belleza. Cástor destacaba en el manejo de las armas y Pólux en el pugilato. Estos hermanos se amaban entrañablemente y eran un ejemplo de la mutua colaboración.

Los Dioscuros salvaron a su hermana Helena cuando ésta fue raptada por Teseo, participaron en la cacería del jabalí de Calidón y también les encontramos como parte de la tripulación de los Argonautas. En varios mitos y de distinta manera se relata la muerte de Cástor y cómo Pólux, no pudiendo soporta la vida sin su hermano, renuncia a la inmortalidad, a la que tenía derecho por ser hijo de Zeus. Finalmente les es concedido compartir el destino, de manera que ambos pasan la mitad del año entre los vivos y la otra mitad en el Hades. No terminan sin embargo las aventuras de estos dos hermanos con la muerte, si no que aún aparecen en varios mitos juntos.



Ahora retomamos la saga de los Atridas para relatar la vida de Agamenón. Tindáreo puso a disposición de los dos hermanos, Agamenón y Menelao ,un ejército con el que lograron derrocar a su tío Tiestes. Agamenón fue nombrado rey de Argos en lugar de Tiestes. A partir de ahora se desencadenan una serie sucesos que culminaran con la muerte de Agamenón. El primero es su matrimonio con Clitemestra, hija de Tindáreo. Agamenón había matado al primer esposo de Clitemestra y a los hijos que ambos habían tenido durante su matrimonio, por lo que fue obligado por los Dioscuros a desposarse con la viuda. Debido a que fue obligada a casarse con el asesino de su familia, Clitemestra llegó al matrimonio odiando a su futuro esposo. A pesar de ello concibió con Agamenón a Ifigenia, a Electra y a Orestes, entre otros hijos no tan famosos.

Volvamos ahora por un momento a hablar de Tindáreo. El rey, temeroso de que los numerosos pretendientes de la hermosa Helena provocasen un reguero de sangre para conseguirla. Obligó a todos los pretendientes ha hacer un juramento por el cual todos se comprometían a respetar y a proteger al elegido por Helena. El elegido fue el Atrida Menelao. Tiempo más tarde, Paris con ayuda de Afrodita raptó a Helena. Y en virtud del juramento hecho ante Tindáreo por los antiguos pretendientes, entre los que se encontraban casi todos los príncipes y reyes griegos, se vieron obligados a apoyar a Menelao en una expedición para recuperar a Helena, que había sido llevada a Troya.

Agamenón fue nombrado jefe supremo de la expedición. Pero una prolongada calma en el mar impedía a la flota salir del puerto de Áulide, donde estaba reunida. El adivino Calcante es consultado y desvela que la calma se debe al enojo que Agamenón ha despertado en Artemisa. La diosa se siente ofendida porque Agamenón en una ocasión se vanaglorió de tener mejor puntería que ella. Para calmar sus iras Artemisa exige el sacrificio de Ifigenia en su honor. Presionado por los demás caudillos, Agamenón accede al sacrificio de Ifigenia y por fin la flota puede salir hacia Troya. El sacrificio de Ifigenia, es el segundo suceso que aviva el odio de Clitemestra contra su esposo y apenas éste parte para Troya, Clitemestra convierte a Egisto en su amante.

En el décimo año del sitio de Troya comienza el relato de La Ilíada. Agamenón recibe la visita del sacerdote de Apolo, Crises, que pretende recuperar a su hija cautiva Criseida a cambio de un rescate. Como Criseida es su concubina favorita, el Atrida despide de malos modos a Crises. Esto provoca las iras de Apolo que envía a los aqueos una peste que diezma su ejercito. Consultado el adivino Calcante, éste comunica que la peste cesará cuando Criseida sea devuelta a su padre. Ante la negativa del Atrida, los caudillos griegos crean una comisión encabezada por Aquiles que obliga a Agamenón a devolver a la cautiva. Resentido por la humillación, Agamenón le quita a Aquiles a su concubina Briseida. Aquiles indignado abandona la batalla y por más satisfacciones que le promete Agamenón, se niega a combatir. Solo el deseo de vengar la muerte de su querido amigo Patroclo, consigue que el héroe regrese al campo de batalla. En honor de Patroclo Aquiles mata a Hector.

Terminada la guerra de Troya, Agamenón regresa a sus posesiones con Casandra, una hija de Priamo que le había sido concedida como parte del botín. Juntos habían tenido dos gemelos y estaban muy enamorados. Casandra era una gran adivina condenada a no ser nunca creída. Vaticinó la caída de Troya a causa de su hermano Paris, advirtió a sus compatriotas contra el caballo de madera y finalmente vaticinó la muerte de Agamenón, la suya propia y la de sus dos hijos en Argos, pero nunca fue creída.

Al llegar a Argos Clitemestra dispensó a su esposo una gran acogida, pero esa misma noche, con ayuda de su amante Egisto. Lo mató a él, a Casandra y a los dos gemelos que habían tenido.



Muerto Agamenón, Electra temiendo por la vida de su hermano Orestes se lo entrega a su tío Estrofio, rey de la Fócide, para que lo oculte. Orestes es criado en la corte de su tío junto a su primo Pílades, del que se hace inseparable. Mientras tanto Electra es maltratada y humillada en su propia casa. A través de los años va madurando su venganza, hasta que un día en que visita la tumba de su padre coincide allí con Orestes. Electra lo reconoce y entre los dos trazan un plan para vengarse de los asesinos. Un día Orestes y Pílades aparecen en palacio con unas cenizas anunciando que son las de Orestes, muerto al participar en unos juegos deportivos. En medio del regocijo que la noticia produce en los amantes, Orestes lleva a cabo su venganza matando a su madre Clitemestra y al amante de ésta, Egisto. Según algunas versiones Electra termina casándose con Pílades con el que tiene dos hijos.



La leyenda de Orestes apenas comienza en este punto. Después de ajusticiar a Clitemestra y a Egisto, las Erinias lo persiguen implacablemente hasta que lo hacen enloquecer.

Orestes y Electra son acusados de parricidio y juzgados por el tribunal de Areópago, donde se salvan por la eficaz defensa que les brinda Apolo. En otra versión, Orestes es obligado por su abuelo Tindáreo a comparecer ante la asamblea de Argos, donde de nuevo es salvado por Apolo.

Absuelto de su culpa ante los hombres, Orestes consulta el oráculo de Delfos buscando una purificación que le libre de la locura. El oráculo le ordena que vaya a Táuride, al santuario de Artemisa Taurópola y que robe la imagen de la diosa. Como en todos sus viajes Orestes es acompañado por Pílades. Una vez que ambos llegan a Táuride las versiones del mito divergen de nuevo. En unas Orestes muere a manos de su hermana Ifigenia. En otras Ifigenia le reconoce y huye con él llevándose la imagen de la diosa. En esta ultima a su llegada a Micenas Orestes mata a Aletes, hijo de Egisto, que ahora ocupa el trono. De esta manera Orestes conquista el trono de Micenas.

Orestes estuvo primero casado con Erígone, hija de Egisto. Y más tarde tras matar a Neoptólemo se casó en la esposa de éste, Hermíone, con la que Orestes había estado comprometido con anterioridad.



Según la tradición más extendida, Ifigenia era la primogénita de Agamenón y Clitemestra. La desdicha estaba marcada en el destino de Ifigenia desde su nacimiento, pues su padre prometió sacrificar en honor a Artemisa lo más hermoso que naciese ese año. Lo más hermoso que nació fue Ifigenia, pero Agamenón incumpliendo su promesa sacrificó en su lugar un animal. Otras fuentes señalan que el motivo del enfado de Artemisa con Agamenón, fue que el rey en una cacería se jactó de tener mejor puntería que la diosa. Sea por una razón u otra, Artemisa aprovechó la expedición de los aqueos hacia Troya para castigar a Agamenón.

La flota de los aqueos se hallaba reunida en Áulide, pero una prolongada calma en el mar, provocada por Artemisa, los impedía zarpar. La diosa exige para calmar su ira la inmolación de Ifigenia en su honor. Agamenón resignado a perder a su hija, manda llamar a Ifigenia con el pretexto de casarla con Aquiles. Una vez en Áulide la muchacha es informada de su verdadero destino, al que se somete sin protestas por el bien de la expedición.

En algunas versiones Ifigenia muere en el sacrificio, en otras Artemisa finalmente se compadece de la muchacha. Y en el momento de su inmolación envuelve a la doncella en una nube, que impide ver a los presentes como Ifigenia es salvada del fuego. La diosa la transporta al país de los Tauros y la convierte en sacerdotisa del templo de Artemisa Taurópola.

Los extranjeros que se aventuraban en este país eran capturados, decapitados y sus cabezas expuestas en estacas. Si los intrusos eran de sangre real la sacerdotisa de Artemisa los degollaba personalmente.

Aquí llegó Orestes con el encargo de apoderarse de la imagen de la diosa. Ifigenia reconoce a su hermano Orestes y comunica que Orestes y Pílades son víctimas impuras, al pesar un delito de sangre sobre sus espaldas. Para que el sacrificio sea aceptado, la sacerdotisa propone sacrificarlos en el mar. Aprovechando esta estratagema Ifigenia huye con los prisioneros y la imagen de la diosa. La tradición más extendida cuenta que Ifigenia estableció un nuevo santuario con la imagen de la diosa en Braurón y que allí murió, de nuevo como sacerdotisa de Artemisa.

Vamos ahora a proseguir la narración de los mitos griegos siguiendo por un punto en el que se nos relata cuáles fueron los acontecimientos que desembocaron en la famosa guerra entre troyanos y aqueos o griegos.



En primer lugar hablaremos de Tetis. Era ésta un hija de Nereo y de Dóride. Había criado a Hera, numerosos dioses la pretendieron pero Temis anunció que el hijo que tuviese Tetis sería mucho más poderoso que su padre y los dioses temerosos de las consecuencias decidieron unirla a un mortal. El elegido fue Peleo, rey de Ftía. Sabedores los dioses de que Tetis no aceptaría de buen grado un matrimonio que la rebajaba, el centauro Quirón aconsejó al novio que atrapase a la nereida cuando ésta estuviese descuidada. Así lo hizo Peleo y Tetis intentando zafarse del abrazo de Peleo se transformó sucesivamente en fuego, agua, viento, tigre, león, serpiente, pájaro y por ultimo en jibia, finalmente resignada a su suerte se entregó a él. La boda se celebró en el monte Pelión. Asistieron todos los dioses pero hubo un fatal descuido, olvidaron invitar a Éride.

El matrimonio no fue feliz, porque cuando tenían un hijo Tetis intentaba convertirlo en inmortal quemando su parte mortal. Ya había matado a seis hijos sumergiéndoles en el fuego divino. Peleo logró salvar a su séptimo hijo, Aquiles, antes de que el fuego divino lo dañase. Tetis enojada por la interrupción abandonó a Peleo y regresó con sus hermanas las nereidas a las profundidades del mar. Aunque no logró que Aquiles fuese inmortal lo amó entrañablemente y siempre contó con su ayuda y sus cuidados.



Aquiles forma parte de la élite de héroes, que los mitos griegos nos han legado. Las versiones sobre su invulnerabilidad difieren. Según una su madre Tetis lo hizo invulnerable sumergiéndole en las aguas del río Éstige, solo su talón que no había tocado las aguas por ser el sitio de donde lo agarraba su madre, era vulnerable. Otra versión cuenta como Tetis intentando quemar la parte mortal que había heredado de su padre Peleo, había introducido al niño en el fuego divino. En esta ocupación había sido sorprendida por su esposo, que rescató al niño cuando solo fue dañado su talón. Quirón sustituyó el hueso quemado por el de un gigante famoso por su velocidad, cualidad que le fue transmitida a Aquiles con el hueso.

Posteriormente ambas versiones aparecen fundidas en una que concede a Aquiles la invulnerabilidad con excepción de talón, pero que lo dota de una gran velocidad en virtud del hueso sustituido.

Despues de la separación de sus padres Aquiles es educado por el centauro Quirón. Ya de mayor Aquiles tiene la opción de elegir si tener un vida corta , pero llena de honores o una larga y oscura. El héroe elige la primera. Otra leyenda cuenta que ayudado por su madre Aquiles intentó zafarse de la guerra de Troya, escondiéndose vestido de mujer en la corte del rey Licomedes. Ulises descubrió la estratagema y fue obligado a unirse a la expedición.

En Áulide Aquiles se enfrenta por primera vez a Agamenón, que ha atraído a Ifigenia con la promesa de casarla con Aquiles. El héroe ofendido por que se ha empleado su nombre para engañar a la muchacha e inmolarla, intenta por todos los medios salvarla, cosa que no consigue.

Durante el sitio de Troya Aquiles tiene una actuación victoriosa. En el décimo año del sitio , de nuevo se enfrenta a Agamenón obligándole a devolver a la cautiva Criseida, de lo cual el atrida se venga robándole a Briseida concubina de Aquiles. Aquiles ofendido se retira de la campaña y solo vuelve para vengar la muerte de su amigo Patroclo. En su venganza mata a Héctor, primogénito del rey troyano. Aquiles muere cuando acude sin armas a una cita amorosa y Paris le dispara en el talón, su única parte vulnerable.

La tradición dice que finalmente su madre lo hizo inmortal y lo llevó a los Campos Eliseos donde se desposó con Helena.



Volvamos ahora por un momento a las bodas de Tetis y Peleo. Donde Éride, indignada por no haber sido invitada a los esponsales de la nereida y el rey, lanza una manzana entre Hera, Afrodita y Atenea, en la que pone para la más bella. Inmediatamente surge una disputa entre las tres diosas, pues todas creen tener más derecho a la manzana que sus rivales. Como los dioses no quieren enemistarse con ninguna de ellas, Zeus dispone que el joven y hermoso príncipe troyano Paris, arbitre el litigio. Este suceso da lugar a lo que luego a sido denominado el juicio de Paris y que trajo funestas consecuencias para Troya.

Las tres diosas acompañadas por Hermes se dirigieron al monte Ida, donde se encontraba Paris. Hera le prometió el dominio del universo a cambio de otorgarle la manzana. Atenea sabiduría y victoria en sus empresas. Y Afrodita el amor de la mujer más hermosa de la tierra, la bella Helena. A Paris le sedujo la propuesta de Afrodita, así que a ella le concedió la manzana de la discordia. Concluye así el pleito entre las tres diosas y se inicia en su lugar la guerra de Troya. Pues Helena estaba casada y para tenerla Paris tuvo que raptarla con ayuda de Afrodita.



Paris era el hijo menor de Príamo y Hécuba, reyes de Troya. Antes de que naciese, su madre soñó que daba a luz a una antorcha que incendiaba Troya. Este sueño fue acogido como un mal presagio y Paris fue abandonado en el monte Ida. El muchacho creció entre pastores y ya de mayor en una ocasión decidió participar en unos juegos deportivos organizados por su padre. Paris salió vencedor de los juegos y en el transcurso de ellos fue reconocido por su hermana Casandra. Príamo estaba tan contento de recuperar a su hijo que desoyó las voces que le recordaban las razones de su abandono. Paris recuperó su rango de príncipe y un día que pastoreaba los rebaños de su padre, se vio obligado a ajudicar la manzana lanzada por Éride.

A partir de aquí los acontecimientos se desarrollan con rapidez. A pesar de la oposición de Casandra, que auguraba grandes males con el viaje. Paris consigue ser incluido en una embajada amistosa enviada a Esparta. Una vez allí aprovechando la ausencia de Menelao, Paris seduce a Helena y huye con ella a Troya. Son muy bien recibidos por Príamo, que se enfrenta a los aqueos en la famosa guerra de Troya para proteger a los amantes.

El comportamiento de Paris en la contienda no siempre fue victorioso, a menudo sus hermanos se reían de él por sus manera afeminadas. Fue París sin embargo el que logró acabar con Aquiles disparándole a traición una flecha en el talón, su punto débil. Poco más tarde fue abatido por Filoctetes con las flechas envenenadas de Heracles.



Helena fue la mujer más hermosa de su tiempo. Era hija de Zeus y Leda. Fue criada por su madre y el esposo de esta Tindáreo, rey de Esparta.
Toda su vida está marcada por las acciones de los hombres que la codician. Cuando solo era una niña los héroes Teseo y Pirítoo la raptaron y se la sortearon. Le tocó a Teseo quedarse con la muchacha, pero como el acuerdo entre ambos consistía en que el que se la quedase ayudaría al otro a casarse con otra hija de Zeus, Teseo dejó a Helena al cuidado de su madre Etra y marchó con Pirítoo al Hades, esperando raptar a Perséfone para que fuera la esposa de su compañero. La empresa fue desastrosa para los héroes, Teseo tuvo que permanecer en los infiernos hasta que Heracles lo rescató y Pirítoo no pudo regresar jamas. Mientras tanto los Dioscuros, hermanos de Helena, la localizaron y regresaron con ella a Esparta llevándose como esclava a Etra.

Cuando tuvo edad de casarse, prácticamente todos los caudillos griegos solicitaron su mano. Tindáreo temeroso de crearse peligrosas enemistades, hizo jurar a todos los pretendientes que respetarían y protegerían al elegido de Helena.

El elegido fue Menelao, con él Helena reino durante nueve años en Esparta. Al noveno año mientras Menelao asistía en Creta a unos funerales, Paris llegó a Esparta con una embajada de Troya. Enamoró a Helena y huyó con ella y gran parte de los tesoros de Menelao a Troya. Príamo, rey de Troya, recibió muy bien a los amantes y desoyó todas las embajadas que mandaron los aqueos exigiendo la devolución de Helena y los tesoros. Por lo que se inició la guerra de Troya. Paris y Helena vivieron como legítimos esposos y cuando Paris murió, Helena fue entregada como esposa a Deífobo, otro hijo de Príamo. Héleno que se creía con más derecho que su hermano pequeño a quedarase con Helena, se sintió tan ofendido que se marchó de Troya y forzado o no, ayudó a los aqueos a tomar la ciudad. También Helena al final de la contienda prestó ayuda a sus compatriotas.

Terminada la guerra Menelao perdona a su esposa y vuelven juntos a Esparta. Según Eurípides en su obra " Helena", Paris y Helena nunca se habían unido. Pues Hera había fabricado una doble de Helena que había ido con Paris a Troya, mientras que la verdadera Helena era llevada a Egipto donde vivio bajo la protección del rey Proteo hasta que su esposo a su regreso de Troya la encontró.

El mismo Eurípides en "Orestes" nos ofrece otra variante del mito. Al regresar de Troya Helena y Menelao pasan por Argos, donde Orestes está siendo juzgado. Orestes pide ayuda a su tío, Menelao se la niega porque sus tropas están exhaustas. Entonces Orestes mata a Helena y cuando iba a matar a Hermíone, hija de Menelao y Helena, Apolo aparece en escena, salva a Hermíone, proclama que Helena será llevada a morar con los dioses y concierta el matrimonio entre Orestes y Hermíone para conciliar a las dos partes de la familia.

Pausanias narra el destierro de Helena, una vez terminada la guerra de Troya y su triste peregrinar hasta que se ahorca.

Las versiones del mito de Helena son muchas pero normalmente suelen coincidir en que Helena finalmente es divinizada y vive junto a los dioses en los Campos Elíseos.



Melenao el menor de los pelopidas fue propuesto por su hermano Agamenón como esposo para Helena. Los pretendientes de la muchacha eran numerosos, pero bien por la propia inclinación de Helena o por la presión de Tindáreo y Agamenón el elegido fue Menelao.

Despues de la muerte y divinización de los Dioscuros, Tindáreo legó Esparta a Menelao y a Helena. Allí los esposos vivieron en armonía, aunque sobre las hijas de Tindáreo pesaba una maldición que las forzaba al adulterio, este era un castigo impuesto por Afrodita ofendida porque el rey Espartano la había olvidado en un sacrificio.

Con motivo de una peste que se desató en Esparta, Menelao se vio obligado a desplazarse a Troya para hacer sacrificios en honor a Lico y Quimero. Estos héroes estaban enterrados en Troya y el oráculo predijo que la peste remitiría cuando los sacrificios estuviesen concluidos. En Troya fue muy bien acogido por lo que respondio al honor invitando a sus anfitriones a visitar Esparta. Una embajada troyana, entre los que se encontraba Paris, llegó a Esparta justo cuando Menelao se encontraba en Creta asistiendo a los funerales de su abuelo. Esta ausencia fue aprovechada por Paris para enamorar y huir con al hermosa Helena y gran parte de los tesoros espartanos.

Tras fracasar los embajadas enviadas a Troya, Menelao reúne la flota griega en Aúlide y le cede el mando de la misma a su hermano, más amigo de honores que él que poseía un carácter suave y tímido. En Aúlide interceptó un mensaje secreto que Agamenón mandó a Clitemestra pidiéndole que no llevase a Ifigenia a Aúlide.

Durante la campaña actuó de forma valerosa. Sostuvo un combate con Paris y lo hubiese matado si Afrodita no hubiese intervenido en favor de Paris. Fue uno de los guerreros que entró en Troya dentro del caballo de madera. Mató a Deifobo, el ultimo marido de Helena. También la hubiera matado a ella , pero al volverla a ver la perdonó.

Al final de su vida fue divinizado igual que su hermano Agamenón.


Saludos!!!


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